Costumbres y tradiciones

La muerte es la prueba del sentido de la vida;
si la muerte estuviera despojada de sentido, entonces la vida sería absurda.

AMIA nuclea los Cementerios Comunitarios de Tablada, Liniers, Berazategui y Ciudadela. El aporte que realiza cada familia en el momento de un sepelio, se destina a fortalecer las iniciativas solidarias, educativas, religiosas y culturales que se llevan adelante.

Rabinos, educadores, dirigentes comunitarios, pioneros, líderes, pensadores, artistas, familiares, amigos. En los Cementerios Comunitarios está lo más valioso de nuestra historia.

CEMENTERIO JUDÍO

El Cementerio Judío es uno de los máximos símbolos de recordación, es el agrupamiento familiar mas allá de la vida, es el protagonismo de la historia.

PIEDRAS DE RECORDACIÓN

Es costumbre dejar una pequeña piedra sobre la lápida de un familiar o amigo. La piedra es considerada un símbolo de respeto hacia el difunto porque mantiene vivo el recuerdo de la persona y muestra que el lugar ha sido visitado. En tiempos bíblicos los sepulcros eran señalados mediante una pila de piedras.

KRIÁ (RASGADO DE ROPA)

Ya en tiempos bíblicos era costumbre rasgarse las vestiduras cuando se tenía noticia de la muerte de un ser querido. Por un familiar el rasgado es en el lado derecho; por padre o madre en el izquierdo, cerca del corazón.

NETILAT IADAIM (LAVADO DE MANOS)

Antes de abandonar el cementerio, dice el Shulján Aruj (normas de conducta judía), los visitantes se lavan las manos. La Torá nos enseña que se puede purificar mediante agua vertida de un recipiente. Tras lavarse se deja que las manos se sequen solas para no demostrar apuro por alejarse de los seres queridos.

SHIVA (PRIMEROS 7 DÍAS DE DUELO)

Luego del sepelio, son 7 días en los cuales los deudos se quedan en sus hogares y acostumbran a sentarse en un lugar bajo, cerca del suelo, para recordar al familiar fallecido. Los amigos y familiares visitan a los deudos para cumplir la Mitzvá (precepto) de Nijúm Avelim (consuelo a los dolientes).

SHLOSHIM (30 DÍAS)

Es el período de duelo durante el que los deudos no asisten a reuniones sociales ni festejos. Ante el fallecimiento de padre o madre, el duelo se extiende por un año.

Izkor (oración de recuerdo a los difuntos)

Es un servicio religioso para rezar por el alma de los seres queridos, que se realiza cuatro veces en el año, en las denominadas fiestas de peregrinación Pesaj, Shavuot y Sucot y en Yom Kipur.

Seudat Havraá

Es el nombre de la primera comida del deudo después del entierro del difunto, recayendo en sus allegados (parientes, vecinos y amigos) el deber de proveerle dicha comida inicial. Se acostumbra a utilizar pan y huevo.

MEJILÁ (PERDÓN)

Todos los presentes en el momento del sepelio le piden disculpas al fallecido por cualquier perjuicio u ofensa que pudieran haberle causado.

KADISH (ORACIÓN DE DUELO)

Es una plegaria de alabanza a Dios, que se recita con un minián, mínimo de diez judíos adultos varones, durante once meses desde el sepelio. El kadish es una declaración de fe en la santidad y grandeza del Creador. Es recitado en voz alta por el oficiante o por el deudo y la congregación responde amén a cada párrafo.

KVURÁ (SEPELIO)

Es un instante sagrado porque es el momento en el que el alma comienza su descanso definitivo y es por ello que previamente se realiza el lavado ritual para prepararlo para esta trascendente etapa. Luego del sepelio, los acompañantes forman dos filas enfrentadas (Shurá), para que los deudos pasen por el medio y puedan recibir consuelo de los presentes, quienes dicen “Hamakom ienajem etjem betoj shear abeilei zion ve Yerushalaim” – “Que el Todopoderoso los consuele junto a los que sufren por Jerusalem”.

ANINUT

Es el período que transcurre entre el fallecimiento y el entierro. El deudo está exento de realizar todas las Mitzvot (preceptos) para concentrarse en forma exclusiva a todo lo relacionado con brindar sepultura judía a su ser querido.

SHANÁ (AÑO DE DUELO)

Ante el fallecimiento de padre o madre, el duelo se extiende por un año. Durante once meses se continúa con el recitado del Kadish. Permanece la imposibilidad de asistir a eventos sociales o realizar actos festivos.

Matzeivá (monumento):

Incumbe a los familiares del difunto erigir un monumento en su memoria y preservarlo en buen estado. La práctica de colocar un monumento sobre la tumba data de tiempos bíblicos. No existe un tiempo prescrito después del entierro para realizarlo, pero la mayoría de las familias lo hacen al cumplirse el primer aniversario del fallecimiento. Sobre el monumento se suelen grabar cinco letras hebreas que son las iniciales de Tehí nishmató tzrurá bi´tzror ha´jaim, “quede su alma atada al árbol de la vida”, expresión que alude a la vida eterna del alma.

Nijúm Avelím (consuelo a los dolientes)

Es una gran Mitzvá consolar a quienes están de duelo, tratando de aliviarles la gran pena que sienten por la pérdida del ser querido y reconfortarles el espíritu.

Abraham realizó un aporte para poder enterrar a su mujer Sara en la cueva de Majpelá, cerca de Hebrón (Génesis 23,17). En ese mismo sitio descansan los restos de los patriarcas y las matriarcas de nuestra historia (excepto Raquel), sumándose a la pareja de Adam y Javá, el primer hombre y la primera mujer.